Decepcionado por la actitud condescendiente de EE. UU. en relación a la crisis nuclear iraní, Israel podría incumplir su promesa a Obama de no atacar a Irán antes de las presidenciales, estiman fuentes en Washington.
Nervioso por la escasa firmeza que Obama muestra ante Teherán, Israel podría atacar la república islámica antes de las presidenciales de EE. UU.
Fuentes de la agencia israelí Debka en Washington aseguran que Israel está decepcionado por la actitud poco firme que muestra el presidente de EE. UU., Barack Obama, en dirección a Teherán y a sus investigaciones nucleares.
Así las cosas, Tel Aviv podría romper su promesa a Obama de que no atacará Irán y sus sitios nucleares antes de los comicios presidenciales en Estados Unidos de noviembre, en los que el actual mandatario opta a la reelección.
Las autoridades israelíes se habrían comprometido a ello ante la Casa Blanca a fin de no desacreditar la imagen de Obama y no reventar su su campaña electoral involucrando a EE. UU. en una guerra internacional.
Sin embargo, viendo que Washington no parece tener demasiada prisa en ejercer presión sobre Teherán, ni en obligarle a renunciar a sus proyectos de enriquecimiento o en respaldar la retórica resolutiva de Israel, Tel Aviv -alega la agencia-, habría decidido incumplir su promesa.
Sobre la visita del ministro de defensa israelí, Ehud Barak, a EE. UU., -durante la cual se reunió con la secretaria de estado Hillary Clinton, el jefe del Pentágono Leon Panetta y el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Tom Donilon- Debka estima que no ha dado ningún fruto.
La agencia precisa que el funcionario israelí no logró convencer a los partidarios de Obama de la necesidad de presionar más a Irán para que interrumpa el funcionamiento de su planta nuclear de Fordo.
Los rumores sobre una posible guerra a gran escala entre Israel e Irán se multiplican en las últimas semanas, en las que numerosos analistas y expertos especulan sobre el aumento visible de las tropas estadounidenses en el Golfo Pérsico, y hacen suposiciones sobre el papel que jugarán los posibles aliados europeos de Tel Aviv, tales como Reino Unido, en una hipotética intervención israelí.
En medio de la creciente rumorología, ayer concluyeron las negociaciones entre el sexteto de mediadores internacionales y Teherán sobre su polémico programa nuclear, que Occidente considera una tapadera para fabricar una bomba atómica. Teherán sostiene por su parte que el programa es de carácter puramente pacífico.
Pero lo único resultado de la discusión resultó ser el tiempo y la próxima estación – Moscú, el 18 y el 19 de junio.
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