En un sustancial cambio con respecto a su predecesor —quien negaba el Holocausto—, el nuevo presidente iraní Hassan Rouhani les deseó “a todos los judíos” un “bendito Rosh Hashaná” en su cuenta de Twitter en inglés.
As the sun is about to set here in #Tehran I wish all Jews, especially Iranian Jews, a blessed Rosh Hashanah. pic.twitter.com/tmaf84x7UR
— Hassan Rouhani (@HassanRouhani) September 4, 2013
Rouhani, un clérigo musulmán chií, fue elegido en junio. Es ampliamente visto como más moderado que Ahmadineyad, aunque su gesto de buena voluntad el miércoles asombró incluso a los expertos en temas iraníes.
Happy Rosh Hashanah
— Javad Zarif (@JZarif) September 5, 2013
“Ni siquiera bajo la monarquía recordamos un mensaje así”, le dijo Haleh Esfandiari, iraní y director del programa de Oriente Medio en el Centro Internacional Woodrow Wilson, a Al-Monitor.
Menos de 10.000 judíos permanecen en Irán, según cifras del JTA, el servicio de noticias judío, que de todas maneras es la comunidad judía más grande en Oriente Medio por fuera de Israel.
Congratulatory message on occasion of Rosh Hashanah in Persian http://t.co/riNlueSucy
— Hassan Rouhani (@HassanRouhani) September 5, 2013
Ahmadineyad no es tan aficionado a la tecnología ni tan pluralista como Rouhani, pero en un par de ocasiones hizo unos comentarios positivos sobre la Navidad o Roch Hashaná.
El expresidente iraní fue mucho más conocido, no obstante, por decir que Israel debería ser eliminado y por decir que el Holocausto es un mito. Normalmente, Ahmadineyad advertía que estaba criticando a los “sionistas”, no a todos los judíos.
Las minorías religiosas no tienen completa libertad de participación en el gobierno iraní y con frecuencia enfrenten discriminación, pero los judíos y cristianos pueden, en mayor parte, vivir y orar abiertamente en Irán.
Como señala el experto en política internacional del Washington Post Max Fisher señala, es difícil comprender el tuit de Rouhani en el contexto de la política entre Israel e Irán.
“No es exactamente una declaración unilateral de paz —mañana, Irán probablemente seguirá apoyando a Hizbulá— pero es otra señal de los esfuerzos de Rouhani de suavizar dramáticamente la política y la retórica exterior iraní”, escribió Fisher.